Sus habitantes evitaban adentrarse demasiado en las sombras de los árboles, ya que se rumoraba la existencia de una criatura conocida como "La Entidad Forestal". Nadie sabía exactamente qué era, pero todos sentían su presencia en las noches sin luna, cuando el viento susurraba entre las ramas y las sombras parecían cobrar vida.
Una noche, un joven llamado Lucas decidió desafiar el temor y explorar el bosque para descubrir la verdad. Armado con una linterna y una cámara, se adentró entre los árboles, que parecían cerrarse a su alrededor como si quisieran atraparlo. A medida que avanzaba, la temperatura descendía y un silencio inquietante lo envolvía, roto solo por el crujir de las hojas bajo sus pies.
De repente, la linterna empezó a parpadear y una figura apareció entre los árboles: una silueta alta, delgada, con ojos que brillaban con una luz fría y verdosa. La criatura, conocida en el pueblo como La Entidad Forestal, tenía una forma humanoide, pero sus extremidades eran alargadas y retorcidas, casi como raíces en movimiento. Su presencia era opresiva y pesaba en el pecho de Lucas, quien intentó retroceder, pero sus piernas se sintieron pegadas al suelo.
La entidad comenzó a susurrar en un idioma incomprensible, una voz que resonaba en la mente del joven, llenándolo de un miedo paralizante. La criatura extendió sus manos largas y huesudas, tocando su rostro con dedos que parecían hechos de corteza y musgo. En ese instante, Lucas vio en sus ojos un abismo sin fondo, una eternidad de oscuridad y silencio.
Cuando finalmente logró escapar del bosque, de regreso al pueblo, sus amigos notaron que su rostro estaba pálido y sus ojos vacíos. Desde entonces, Lucas nunca volvió a hablar con claridad, y en las noches, se le escucha susurrar palabras en un idioma extraño, mirando hacia los árboles con una expresión de terror perpetuo.
Se dice que La Entidad Forestal sigue acechando en las sombras del bosque, esperando a su próxima víctima, una presencia que no perdona ni olvida, y que solo aquellos que desafían su territorio terminan siendo parte de su oscuro dominio para siempre.
