Valeria se levantaba cada mañana con una fatiga demoledora. La luz del sol entraba por la ventana, pero para ella, era una ofensa personal. Sus noches eran un tormento constante. Los días se volvieron una bruma gris, y su memoria, un agujero creciente. El insomnio era su única defensa, un estado desesperado y frágil.
No eran pesadillas normales, sino secuencias vivaces donde sus recuerdos más preciados eran arrancados de su mente. El miedo no venía del contenido, sino de la sensación de vacío que la invadía al despertar. Una noche, se despertó en un estado de pánico. Vio a la sombra profunda junto a su cama.
No era solo oscuridad ambiental, sino una figura alta, densa y completamente negra. Parecía absorber la poca claridad que ofrecía el reloj digital. Tenía una forma vagamente humana, pero sus proporciones eran incorrectas y aberrantes. No tenía ojos visibles, pero Valeria sentía una mirada hambrienta sobre su alma.
La figura extendió lo que parecían ser tentáculos hechos de aire frío hacia su frente. Sintió un dolor punzante y la succión violenta de algo. Era la depredadora, un ente que se alimentaba de la esencia de su vida.
Intentó encender la lámpara de noche, pero sus dedos estaban rígidos y no obedecían. Quería gritar, advertir a los vecinos cercanos, pero su garganta estaba sellada por el miedo. El sonido que hizo fue solo un jadeo roto, que la sombra pareció saborear. La figura se retiró tan rápido como llegó, dejando solo un frío agudo en el aire.
A la mañana siguiente, no recordaba su infancia entera. Había una laguna en su mente, una década borrada por completo. El ladrón onírico no buscaba asustarle; buscaba su historia completa. La evidencia física era un polvo fino sobre su almohada.
Valeria se dio cuenta de que si la entidad parasitaria seguía, se convertiría en un cascarón vacío. Su último recuerdo fue ver la sombra acercarse de nuevo, con una sonrisa indescriptible, preparada para su cena final. Lo último que sintió fue el tacto helado sobre su piel, antes de que el mundo se volviera, para siempre, completamente negro.


