Anunciate aqui

martes, 25 de febrero de 2025

El susurro del bosque oscuro

0 comments
El susurro del bosque oscuro
El susurro del bosque oscuro

En un pequeño pueblo rodeado por un denso y misterioso bosque, los habitantes hablaban en susurros sobre una leyenda que había perdurado por generaciones. Se decía que, al caer la noche, un fantasma de una joven llamada Elara deambulaba por los senderos oscuros, buscando algo que había perdido.

Elara había sido una hermosa muchacha de ojos brillantes y risa contagiosa, pero una noche, mientras paseaba por el bosque con su amado, desapareció sin dejar rastro. La desesperación de su prometido lo llevó a recorrer cada rincón del bosque, llamando su nombre hasta que su voz se extinguió en el eco de los árboles. Desde entonces, se decía que su espíritu permanecía atrapado entre las sombras, condenado a vagar en busca de su amor perdido.

Una noche de luna llena, un grupo de jóvenes del pueblo decidió desafiar la leyenda. Armados con linternas y un espíritu aventurero, se adentraron en el bosque, riendo y contando historias para ahuyentar el miedo. Sin embargo, a medida que se adentraban más en la oscuridad, el ambiente se tornó inquietante. Los árboles parecían susurrar secretos y una brisa helada recorrió el lugar, apagando algunas de las linternas de repente.

Una de las chicas, Valeria, sintió un escalofrío recorrer su espalda. "¿Escucharon eso?" preguntó, deteniéndose en seco. Los demás se miraron entre sí, nerviosos. Un murmullo suave, casi un lamento, parecía flotar en el aire. "Es solo el viento", intentó tranquilizarlos uno de los chicos, pero su voz temblaba.

Decidieron continuar, pero la atmósfera se tornaba cada vez más opresiva. De pronto, la figura de una joven apareció a lo lejos, iluminada por la tenue luz de la luna. Su vestido blanco ondeaba como si estuviera flotando. "Elara..." murmuró uno de los chicos, la incredulidad y el miedo se mezclaban en su voz.

Elara se acercó lentamente, su rostro pálido reflejaba una tristeza infinita. "¡Ayuda!" gritó, su voz resonando entre los árboles. "Busco a mi amor. No puedo encontrarlo". Los jóvenes, paralizados por el miedo, no sabían si huir o acercarse. Elara extendió su mano hacia ellos, su mirada desesperada atravesando la oscuridad.

En ese momento, Valeria sintió una extraña conexión con la joven. "¿Qué pasó?", preguntó, su voz temblando. "Él no me escuchó", respondió Elara, "y ahora estoy atrapada aquí, entre la vida y la muerte". Una lágrima resbaló por su mejilla, y en un instante, el bosque pareció estremecerse.

La figura de Elara se desvaneció, dejando tras de sí un frío intenso y un eco de susurros que resonaba en las mentes de los jóvenes. Sin pensarlo, comenzaron a correr, sus corazones latiendo desbocados, sin mirar atrás. El bosque se convirtió en un laberinto de sombras y ecos, donde cada crujido de las ramas parecía una advertencia.

Al salir del bosque, el grupo se detuvo, jadeando y con el rostro pálido. Habían dejado atrás la leyenda, pero algo en su interior había cambiado. Sabían que Elara seguía allí, buscando su amor perdido, y que el bosque nunca dejaría de ser su hogar, un lugar donde el susurro de su tristeza resonaría eternamente en la noche.

Desde entonces, cada vez que cae la noche, los habitantes del pueblo cierran las ventanas y evitan mirar hacia el bosque, temiendo el eco de un lamento que aún recorre los senderos oscuros, recordando que a veces, el amor puede ser tan poderoso que trasciende incluso la muerte.

Relacionados

No hay comentarios:

Publicar un comentario